domingo, 20 de febrero de 2011

Epilogo


Entre los silencios fúnebres solo los pasos de los pobladores eran escuchados, entre las amplias avenidas, las pintorescas callejuelas y los tenebrosos callejones, eran pocos los que se atrevían a salir en ese día e incluso días anteriores, el pueblo habia estado sumergido en un silencio perpetuo haciendo le parecer un pueblo fantasma y no el alegre y comerciante pueblo que en realidad era. Una alegre risa se escuchaba a lo lejos, poniendo a los presentes en alerta, la causa de sus males se encontraba rondando por las desoladas calles y unos pausados pasos resonantes acompañando las risas del pequeño ser, daban a conocer que su creador se encontraba a su lado.

La imagen del pequeño ser acompañado del gran hechicero era terrorífica para aquellos que se topaban en su camino, pero para unos expectantes ojos, ocultos en lo alto de la antigua capilla era una imagen que le atrapaba en lo mas insano de los encantos. Encontraba melodiosa la risa incesante del ser maldito con figura de niña, inocente, pura, soñadora vida nueva, inculta de su creación e ignorante de su destino predispuesto.

Maldecida por celos de los dioses, condenada a una vida sin final, obligada a alimentarse del liquido que da la vida, nacida con hielo por corazón, y con infierno por ojos, conocida por su gente como "La Hija del Diablo"